1 de octubre de 2014

EL ACEITE DE ARGÁN Y EL AFEITADO

El aceite de argán es también conocido como “oro líquido” por sus propiedades regenerativas y nutritivas.

Procede del suroeste de Marruecos y se obtiene de un fruto muy similar a la aceituna que crece en un árbol llamado Arganta Spinosa.

Protege la piel de radicales libres por su alta concentración en antioxidantes naturales, ácidos grasos esenciales y Vitamina E.

Este aceite es tan recomendable para la piel como para el cabello o las uñas, además de estar bien valorado como producto anti-edad por la gran cantidad de elementos curativos que contiene.

Está considerado como un aceite esencial que no produce sequedad, ayuda a mantener la piel tersa, suave, sin obstruir los poros y respetando la piel. Muy en contraposición con los aceites minerales que empleamos diariamente en productos de limpieza, y que arrasan con los aceites naturales de nuestra piel, obligándola a generar más grasa y creando el llamado efecto rebote; cuanto más te lavas más grasa tienes.

Los aceites esenciales o naturales, son los que se obtienen de plantas y semillas, como el de oliva, ricino, jojoba, rosa mosqueta, avellanas, almendras, etc.

Y tú te preguntaras. ¿Qué tiene que ver esto con el afeitado?


La función del aceite de argán es la de bloquear la humedad del pelo, dándole más elasticidad y de este modo estará suave y manejable.

A su vez proporciona elasticidad a la piel y una profunda hidratación, combatiendo las arrugas, suavizando las grietas, quemaduras, cicatrices y marcas, ya que es una bomba regenerando tejidos. Pero lo mejor de todo es que no tapa los poros ya que su molécula es tan pequeña que entra dentro de él, lo limpia y lo humedece, no aportando grasa y evitando que salgan los molestos granos.

¿Cómo tienes que usarlo?

Aprovecha el vapor al salir de la ducha, aplícate solo 2 ó 3 gotas en los dedos y te masajeas hasta que la piel lo absorba por completo. A continuación te aplicas la espuma o el jabón, la dejas actuar y retiras la suciedad sobrante de tu cara con una toalla a ser posible caliente y húmeda. Si es necesario, vuelve a aplicarte jabón y te das una segunda pasada.

Desde “La Barbería” de Motril queremos ayudarte a que tu rutina diaria del afeitado sea más llevadera y sobre todo que consigas mejores resultados tanto en el apurado o acabado como en el cuidado de tu piel. No te cuesta nada probarlo y ya nos cuentas que tal la experiencia.