15 de enero de 2016

DONDE ACABA EL CUELLO, COMIENZA LA BARBA.




Por norma general los hombres que usan barba y atendiendo a su efecto visual se pueden clasificar en dos grupos; los que la llevan perfilada frente a los que han dejado de afeitarse.

Un hombre con la barba bien perfilada demuestra que se preocupa por su imagen y se cuida. Si lo que pretendes dar es un aspecto bohemio solo tiene que dejarla crecer, pero si quiere destacar y sentirse bien con ella, lo que necesita es darle una forma decente.

A la hora de perfilar tu barba debes tener muy en cuenta la línea del cuello. Es un elemento primordial ya que si la marcas muy baja aparecerán bultos provocados por los pliegues del cuello y parecerá que tienes una doble barbilla, mientras que si la marcas muy alta puede producir efectos visuales extraños sobre todo a la hora de hacer gestos faciales.

Para establecer la línea del cuello solo tienes que ponerte frente al espejo y con la cabeza recta intenta trazar una línea curva desde la parte trasera de una oreja hasta la otra y luego traza otra vertical por la parte interior de las patillas hasta que se cruce con la anteriormente marcada.







Sin embargo, para la línea de las mejillas hay varias opciones: dejarla de forma natural o definirla mediante una línea. Para crear esta línea tienes que tener dos puntos como referencia. El primero sería el inicio de la línea natural y el segundo correspondería a la unión del bigote con el resto de la barba.

Una vez marcada puedes reajustarla un poco hacia abajo, redondearla o dejarla tal cual.

Aunque no hay una norma específica para llevar la barba, lo ideal es marcar el perímetro estableciendo las líneas del cuello y de las mejillas para conseguir un aspecto más limpio y arreglado.