4 de marzo de 2014

EL AFEITADO



El afeitado perfecto es el que resulta en una piel suave, sin irritaciones, ni enrojecimientos y sin sensación de ardor. Es un acto rutinario que millones de hombres realizamos casi a diario y al que no le prestamos la atención necesaria. Durante el afeitado o rasurado nuestra piel sufre agresiones provocadas por el abrasamiento que la hoja o cuchilla produce al deslizarse sobre nuestro rostro.
Los pasos a seguir para un buen afeitado son muy sencillos y con ello nuestra piel seguirá conservando su tersura y no sufrirá.


1.- Humedeceremos la cara y el cuello con abundante agua caliente para que de esta forma se ablande el pelo y el poro se dilate.
2.- Aplicaremos una crema hidratante o aceite que actuará como barrera protectora entre la piel y la hoja, de esta forma se deslizará mejor.
3.- Con una brocha y jabón, mediante movimientos circulares procuraremos cubrir nuestro rostro con una generosa espuma que dejaremos actuar durante unos minutos.
4.- Empezaremos a rasurar desde la parte superior de las patillas hasta la barbilla, pasaremos al cuello y por último la zona superior del labio y la barbilla.
5.- Retiraremos la espuma sobrante de nuestro rostro con agua fría para de este modo cerrar el poro.
6.- Aplicaremos un bálsamo o After  Shave para refrescar nuestra piel, repararla y reponer su elasticidad.

Todos estos pasos son muy simples pero durante el proceso debemos seguir unas pautas que harán que nuestro afeitado luzca más apurado.

1.- Es recomendable afeitarse por la mañana antes que por la tarde.
2.- Si el pelo de nuestra barba está largo deberíamos recortarlo primero ya que nuestra piel sufriría más a causa de los tirones, puede que incluso nos cortemos ya que la hoja perdería rápidamente sus propiedades.
3.- Antes de empezar debemos templar la maquinilla u hoja, para ello la sumergiremos unos segundos en agua caliente.
4.-Debemos de ayudarnos de la otra mano para tensar la piel de la zona que vamos a rasurar, de este modo la fricción será menor y sobre todo conseguiremos un mejor apurado.
5.- Es recomendable realizar una primera pasada en el sentido en el que crece nuestro vello facial y si fuera necesario una segunda pasada volveríamos a mojar el rostro con agua caliente, aplicaríamos jabón y esta vez lo haríamos en sentido contrario al crecimiento.
6.- La maquinilla u hoja de afeitar debe enjuagarse después de un par de pasadas, siempre con agua caliente, nunca golpeándola o frotándola con la toalla ya que dañaríamos la hoja.


Como verás son detalles que harán más llevadero el día a día y tu piel seguro que te lo agradecerá.
Procura no utilizar productos como  jabones que sequen rápido, pues crean una capa dura que hace más difícil el rasurado,  o bálsamos con alto porcentaje de alcohol que únicamente ayudan a irritar aún más la piel. Por ello desde “La Barbería” queremos concienciarte de que uses productos de calidad ya que repercutirán de forma decisiva en el afeitado y sobre todo en nuestra piel.